INFORME Y ACUERDOS DE LA REUNION.
A la reunión de la Coordinadora de la corriente de opinión del PSOE “Izquierda Socialista”, celebrada el pasado 10 de abril en la sede del Partido (c/ Ferraz, 70), asistieron los coordinadores de las federaciones de Galicia, Asturias, Euskadi, La Rioja, Navarra, Aragón, Cataluña, País Valenciano, Murcia, Andalucía, Extremadura, Castilla La-Mancha, Madrid, Castilla-León y Canarias. Excusaron su presencia Cantabria y Baleares. Participaron también representantes de las compañeras y compañeros que recientemente han constituido la corriente en la Agrupación Socialista de Bruselas.
Además de la información aportada por cada representante de las compañeras y compañeros de Izquierda Socialista sobre la situación de la corriente en sus respectivas federaciones, las cuestiones abordadas en la reunión se agruparon en los siguientes bloques: análisis político, propuestas de acción, indicaciones para un mejor funcionamiento de la corriente y acuerdos.
1. ANÁLISIS POLÍTICO.
Lógicamente, las intervenciones sobre análisis político se enmarcaron todas en el contexto de crisis económica, con sus repercusiones sociales –especialmente el paro-, en que nos hallamos. Si por una parte se puede hacer una valoración positiva de las medidas anticrisis puestas en marcha por nuestro gobierno, por otra hay que constatar que el endurecimiento de la misma crisis, con sus efectos retardados en España, por ejemplo sobre las cajas de ahorro, y sobre todo con incrementos del desempleo que no cesan. El paro juvenil es una situación sangrante.
La situación sufrida por Grecia, de grave déficit que obliga a fuerte endeudamiento, es peligro para la UE, que al final, aun con las resistencias de Alemania, ha acudido a su rescate, lo cual en definitiva es reforzamiento imprescindible del euro ante los ataques especulativos padecidos.
En medio de todo ello, la presidencia de turno de la UE realizada por España está siendo un tanto decepcionante, tanto por las nuevas pautas a las que obliga el Tratado de Lisboa ya en vigor, como por los efectos de una crisis que, afectando a nuestro país seriamente recortan sus posibilidades de incidencia y liderazgo en la política europea. Sí se puede comprobar que las instituciones europeas han sido diseñadas más con criterios neoliberales que desde principios de políticas sociales efectivas. Esa apreciación es un acicate más para avanzar en la necesidad de clarificar más el modelo económico, y no sólo el modelo productivo o patrón de crecimiento, al que aspiramos los socialistas.
La anterior hegemonía del neoliberalismo, cuando ya el Estado ha salido a socorrer a la banca tras los estragos del capitalismo financiero en un mercado que quedó muy desregulado, se intenta recuperar por parte de la derecha, que ahora vuelve al ataque contra el Estado y al desprestigio de lo público. Temas que se pusieron sobre la mesa no acaban de arrancar o se quedan en una mínima expresión, como es el caso de la erradicación de los paraísos fiscales o la tasa Tobin. Se agolpan las incertidumbres acerca de si seguir o no con los estímulos fiscales y aparecen cuestiones, como la renta básica de ciudadanía, ante las cuales el Partido no acaba de tener una posición definida. No se oculta que tal indefinición es la que percibe la ciudadanía en muchos casos ante las actuaciones de nuestro gobierno, como es el caso de todo lo que tiene que ver con la política fiscal. Igualmente, se critica la economía sumergida, pero las medidas contra ella son muy tímidas. Se constata que la economía sumergida hace de sedante social de una crisis de graves efectos en cuanto a destrucción de empleo.
En cuanto a las respuestas a la crisis, ante el déficit público ya acumulado hay que tener buen cuidado para ver qué medidas se van proponiendo para hacer frente al mismo. En este terreno es especialmente delicado todo lo que tiene que ver con las pensiones, o más exactamente con el sistema público de pensiones. No compartimos, como nuestros coordinadores federales han manifestado al sumarse a las manifestaciones convocadas por UGT y CCOO, la idea de que para salvar el sistema público haya que extender de manera generalizada la edad de jubilación hasta los 67 años. En ese debate hay que tener en cuenta otras variables que no se han contemplado lo suficiente, como V. Navarro pone de relieve reiteradamente.
En las medidas para salir de la crisis también hay que estar atentos a las propuestas que circulan en torno a la reforma laboral, para que en verdad no supongan un recorte de derechos de los trabajadores, algo con lo que se ha comprometido fuertemente el presidente Zapatero y en lo que tiene nuestro firme apoyo.
Precisamente en estos momentos habría que tratar de enfocar de la mejor manera posible la Estrategia de Economía Sostenible propugnada por el gobierno, y en su marco la futura Ley de Economía Sostenible. Eso requiere que la sostenibilidad no se convierta en una etiqueta vacía de contenido, sino que sea algo que se tome en serio. No basta hablar de desarrollo sostenible para que en verdad se dé; es más, en muchos caso, hablar de desarrollo sostenible se convierte en una fórmula que sirve para encubrir lo que no es sostenible. Contra eso hay que luchar.
Avanzar hacia una sostenibilidad real requiere pactos sociales y políticos efectivos, de los cuales estamos lejos, como ejemplifica un prometido pero distante pacto sobre la energía. No cabe eludir que ni siquiera hay acuerdo en el seno del Partido y entre los gobiernos en que estamos acerca del llamado “cementerio nuclear”, lo que hace patente la falta de claridad en cuanto a nuestro futuro energético.
Hablando de pactos, y también en relación con la estrategia de economía sostenible, hay que subrayar las dificultades por las que pasa el ansiado pacto educativo, a la vez que hay que insistir en la advertencia de que no nos vale un pacto por la educación que suponga claudicaciones importantes en lo que hemos venido defendiendo en ese terreno, plasmado por otra parte en leyes ya vigentes (LOE, Ley de Educación de Andalucía, Ley de Educación de Cataluña, por citar algunas). Y hablando de educación es insoslayable evaluar qué está ocurriendo con la implantación del Proceso de Bolonia en nuestras Universidades, cuando eso puede verse seriamente afectado por falta de una financiación suficiente, aparte de otros problemas académicos. Es necesario estar vigilantes para que la implantación del llamado Plan de Bolonia (EEES) no comporte privatización de las universidades de uno u otro modo.
En otro orden de cosas, tenemos delante cuestiones cruciales no resueltas: las que tienen que ver con el Estatut, pendiente de lo que venga como resolución del TC, y lo que afecta a la conocida como Ley de memoria histórica, cuestionada a través del procesamiento del juez Garzón. Estas cuestiones son indicios de además de estar en juego cómo va a ser la salida de la crisis económica, está también en el alero cómo se plantea una salida política la crisis, lo cual tiene que ver con qué tipo de democracia estamos construyendo en España y qué construcción de Europa estamos alentando. ¿Hacia dónde orientamos nuestra acción para contribuir a que esas salidas se den efectivamente por la izquierda?
Lógicamente, las intervenciones sobre análisis político se enmarcaron todas en el contexto de crisis económica, con sus repercusiones sociales –especialmente el paro-, en que nos hallamos. Si por una parte se puede hacer una valoración positiva de las medidas anticrisis puestas en marcha por nuestro gobierno, por otra hay que constatar que el endurecimiento de la misma crisis, con sus efectos retardados en España, por ejemplo sobre las cajas de ahorro, y sobre todo con incrementos del desempleo que no cesan. El paro juvenil es una situación sangrante.
La situación sufrida por Grecia, de grave déficit que obliga a fuerte endeudamiento, es peligro para la UE, que al final, aun con las resistencias de Alemania, ha acudido a su rescate, lo cual en definitiva es reforzamiento imprescindible del euro ante los ataques especulativos padecidos.
En medio de todo ello, la presidencia de turno de la UE realizada por España está siendo un tanto decepcionante, tanto por las nuevas pautas a las que obliga el Tratado de Lisboa ya en vigor, como por los efectos de una crisis que, afectando a nuestro país seriamente recortan sus posibilidades de incidencia y liderazgo en la política europea. Sí se puede comprobar que las instituciones europeas han sido diseñadas más con criterios neoliberales que desde principios de políticas sociales efectivas. Esa apreciación es un acicate más para avanzar en la necesidad de clarificar más el modelo económico, y no sólo el modelo productivo o patrón de crecimiento, al que aspiramos los socialistas.
La anterior hegemonía del neoliberalismo, cuando ya el Estado ha salido a socorrer a la banca tras los estragos del capitalismo financiero en un mercado que quedó muy desregulado, se intenta recuperar por parte de la derecha, que ahora vuelve al ataque contra el Estado y al desprestigio de lo público. Temas que se pusieron sobre la mesa no acaban de arrancar o se quedan en una mínima expresión, como es el caso de la erradicación de los paraísos fiscales o la tasa Tobin. Se agolpan las incertidumbres acerca de si seguir o no con los estímulos fiscales y aparecen cuestiones, como la renta básica de ciudadanía, ante las cuales el Partido no acaba de tener una posición definida. No se oculta que tal indefinición es la que percibe la ciudadanía en muchos casos ante las actuaciones de nuestro gobierno, como es el caso de todo lo que tiene que ver con la política fiscal. Igualmente, se critica la economía sumergida, pero las medidas contra ella son muy tímidas. Se constata que la economía sumergida hace de sedante social de una crisis de graves efectos en cuanto a destrucción de empleo.
En cuanto a las respuestas a la crisis, ante el déficit público ya acumulado hay que tener buen cuidado para ver qué medidas se van proponiendo para hacer frente al mismo. En este terreno es especialmente delicado todo lo que tiene que ver con las pensiones, o más exactamente con el sistema público de pensiones. No compartimos, como nuestros coordinadores federales han manifestado al sumarse a las manifestaciones convocadas por UGT y CCOO, la idea de que para salvar el sistema público haya que extender de manera generalizada la edad de jubilación hasta los 67 años. En ese debate hay que tener en cuenta otras variables que no se han contemplado lo suficiente, como V. Navarro pone de relieve reiteradamente.
En las medidas para salir de la crisis también hay que estar atentos a las propuestas que circulan en torno a la reforma laboral, para que en verdad no supongan un recorte de derechos de los trabajadores, algo con lo que se ha comprometido fuertemente el presidente Zapatero y en lo que tiene nuestro firme apoyo.
Precisamente en estos momentos habría que tratar de enfocar de la mejor manera posible la Estrategia de Economía Sostenible propugnada por el gobierno, y en su marco la futura Ley de Economía Sostenible. Eso requiere que la sostenibilidad no se convierta en una etiqueta vacía de contenido, sino que sea algo que se tome en serio. No basta hablar de desarrollo sostenible para que en verdad se dé; es más, en muchos caso, hablar de desarrollo sostenible se convierte en una fórmula que sirve para encubrir lo que no es sostenible. Contra eso hay que luchar.
Avanzar hacia una sostenibilidad real requiere pactos sociales y políticos efectivos, de los cuales estamos lejos, como ejemplifica un prometido pero distante pacto sobre la energía. No cabe eludir que ni siquiera hay acuerdo en el seno del Partido y entre los gobiernos en que estamos acerca del llamado “cementerio nuclear”, lo que hace patente la falta de claridad en cuanto a nuestro futuro energético.
Hablando de pactos, y también en relación con la estrategia de economía sostenible, hay que subrayar las dificultades por las que pasa el ansiado pacto educativo, a la vez que hay que insistir en la advertencia de que no nos vale un pacto por la educación que suponga claudicaciones importantes en lo que hemos venido defendiendo en ese terreno, plasmado por otra parte en leyes ya vigentes (LOE, Ley de Educación de Andalucía, Ley de Educación de Cataluña, por citar algunas). Y hablando de educación es insoslayable evaluar qué está ocurriendo con la implantación del Proceso de Bolonia en nuestras Universidades, cuando eso puede verse seriamente afectado por falta de una financiación suficiente, aparte de otros problemas académicos. Es necesario estar vigilantes para que la implantación del llamado Plan de Bolonia (EEES) no comporte privatización de las universidades de uno u otro modo.
En otro orden de cosas, tenemos delante cuestiones cruciales no resueltas: las que tienen que ver con el Estatut, pendiente de lo que venga como resolución del TC, y lo que afecta a la conocida como Ley de memoria histórica, cuestionada a través del procesamiento del juez Garzón. Estas cuestiones son indicios de además de estar en juego cómo va a ser la salida de la crisis económica, está también en el alero cómo se plantea una salida política la crisis, lo cual tiene que ver con qué tipo de democracia estamos construyendo en España y qué construcción de Europa estamos alentando. ¿Hacia dónde orientamos nuestra acción para contribuir a que esas salidas se den efectivamente por la izquierda?
2. PROPUESTAS DE ACCIÓN.
- Promover medidas legislativas ante todo lo que está sucediendo con la imputación del juez Garzón ante el Tribunal Supremo. Habrá que pensar que posición tomamos respecto a la Ley de Amnistía de 1977. Aparte de ello, se puede avanzar en algunos puntos: subsanación de las zonas de indefinición y ambigüedades que encierra la Lay de memoria histórica, propuestas para no retroceder en lo relativo a la llamada “justicia universal”, sobre todo ante los delitos de lesa humanidad.
- Prever qué hacer ante una posibilidad u otra de resolución del TC sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Es necesario clarificar el recorrido futuro de la política del PSOE ante ello, y considerar qué va a proponer el PSC, para no detener la construcción paulatina de una España federal.
- Plantear un adecuado tratamiento del voto de los ciudadanos españoles emigrantes para que no vean conculcados sus derechos como tales.
- Seguir promoviendo el debate ideológico en el seno del Partido para reforzar sus políticas de izquierda.
- Recuperar la defensa de la “Europa social” como seña de identidad de nuestra posición política. Recomponer las alianzas europeas de lo que fue el planteamiento de la “República Social” que aglutinó las corrientes de izquierdas de los partidos socialistas y socialdemocratas europeos.
- Promover medidas legislativas ante todo lo que está sucediendo con la imputación del juez Garzón ante el Tribunal Supremo. Habrá que pensar que posición tomamos respecto a la Ley de Amnistía de 1977. Aparte de ello, se puede avanzar en algunos puntos: subsanación de las zonas de indefinición y ambigüedades que encierra la Lay de memoria histórica, propuestas para no retroceder en lo relativo a la llamada “justicia universal”, sobre todo ante los delitos de lesa humanidad.
- Prever qué hacer ante una posibilidad u otra de resolución del TC sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Es necesario clarificar el recorrido futuro de la política del PSOE ante ello, y considerar qué va a proponer el PSC, para no detener la construcción paulatina de una España federal.
- Plantear un adecuado tratamiento del voto de los ciudadanos españoles emigrantes para que no vean conculcados sus derechos como tales.
- Seguir promoviendo el debate ideológico en el seno del Partido para reforzar sus políticas de izquierda.
- Recuperar la defensa de la “Europa social” como seña de identidad de nuestra posición política. Recomponer las alianzas europeas de lo que fue el planteamiento de la “República Social” que aglutinó las corrientes de izquierdas de los partidos socialistas y socialdemocratas europeos.
3. INDICACIONES PARA EL FUNCIONAMIENTO DE IZQUIERDA SOCIALISTA.
- Clarificar más nuestra estructura de funcionamiento como corriente en el seno del Partido
- Organizar distintas Comisiones de trabajo, especialmente una Comisión de Comunicación.
- Tratar con las Secretarías de Organización de las diferentes Agrupaciones alguna forma de financiación de las actividades de la corriente.
- Clarificar más nuestra estructura de funcionamiento como corriente en el seno del Partido
- Organizar distintas Comisiones de trabajo, especialmente una Comisión de Comunicación.
- Tratar con las Secretarías de Organización de las diferentes Agrupaciones alguna forma de financiación de las actividades de la corriente.
4. ACUERDOS.
- Resolución de apoyo al juez Garzón, con especial referencia al manifiesto de UGT y CCOO, que se hará pública a través de la red (enlace en web del PSOE) y en los medios de comunicación.
- Solicitud de entrevista con el Secretario General del PSOE
- Solicitud de algún espacio en El Socialista
- Reunión de la Coordinadora Federal de IS en julio.
- Resolución de apoyo al juez Garzón, con especial referencia al manifiesto de UGT y CCOO, que se hará pública a través de la red (enlace en web del PSOE) y en los medios de comunicación.
- Solicitud de entrevista con el Secretario General del PSOE
- Solicitud de algún espacio en El Socialista
- Reunión de la Coordinadora Federal de IS en julio.
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