Izquierda Socialista, corriente de opinión del PSOE, ante el plan de ajuste presentado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Congreso de los Diputados, siendo consciente de los graves momentos por los que pasa la economía española y de los ataques especulativos sufridos por el euro como moneda sobre la que gravita la economía europea, insiste en la exigencia de que las medidas de austeridad que se adopten sean efectivamente equitativas.
El Gobierno ha tomado la difícil decisión de acometer un recorte del 5% sobre el sueldo de los funcionarios, de congelar las pensiones –salvo las mínimas y las no contributivas- y de reducir significativamente las inversiones en obra pública, entre otras medidas, para entre 2010 y 2011 ahorrar 15.000 millones de euros más en el gasto público. Junto a eso, y en línea con lo apuntado por el presidente del Gobierno en su intervención ante el parlamento y por lo anticipado por otros miembros de su gabinete, consideramos absolutamente necesario proceder en el momento y la manera oportunos a llevar a cabo medidas de política fiscal encaminadas a incrementar los ingresos del Estado por la vía de impuestos a grandes fortunas y al patrimonio, de aumento de la fiscalidad de los bonos financieros y sobre los beneficios de bancos y grandes empresas. Por otra parte, hay que fortalecer las vías públicas de financiación, fundamentales para la activación económica. Tales medidas son imprescindibles para que sea verdad que el coste de la crisis no lo pagan sólo trabajadores y pensionistas.
Además del intento de estabilizar la moneda europea, gracias a los acuerdos de los gobiernos de la “Eurozona” y al fondo de 750.000 millones de euros constituido para ayudar a países de la misma con graves dificultades para afrontar su deuda, urgimos igualmente a nuestro Gobierno a que siga trabajando con empeño creíble por el buen gobierno económico de la UE , por la regulación del sistema financiero internacional, por el control de los hedge funds o fondos de alto riesgo, por una tasa a las transacciones financieras en el mercado global, por la erradicación de los paraísos fiscales y por el fortalecimiento del sistema financiero publico. Es necesario impulsar todo ello en la UE y en foros internacionales, como ha de ser en la próxima reunión del G 20 en Toronto.
Como el conjunto de la militancia del PSOE, manifestamos nuestra solidaridad con las trabajadoras y trabajadores afectados por las duras medidas de ajuste anunciadas por el Gobierno. Comprendemos asimismo la respuesta sindical a esas medidas, esperando que las movilizaciones anunciadas por UGT y CCOO, desde la responsabilidad y el principio de proporcionalidad que caracteriza a los sindicatos de clase, no impidan la continuidad del diálogo social.
Coordinadora Federal de Izquierda Socialista del PSOE
14 de mayo de 2010
El Gobierno ha tomado la difícil decisión de acometer un recorte del 5% sobre el sueldo de los funcionarios, de congelar las pensiones –salvo las mínimas y las no contributivas- y de reducir significativamente las inversiones en obra pública, entre otras medidas, para entre 2010 y 2011 ahorrar 15.000 millones de euros más en el gasto público. Junto a eso, y en línea con lo apuntado por el presidente del Gobierno en su intervención ante el parlamento y por lo anticipado por otros miembros de su gabinete, consideramos absolutamente necesario proceder en el momento y la manera oportunos a llevar a cabo medidas de política fiscal encaminadas a incrementar los ingresos del Estado por la vía de impuestos a grandes fortunas y al patrimonio, de aumento de la fiscalidad de los bonos financieros y sobre los beneficios de bancos y grandes empresas. Por otra parte, hay que fortalecer las vías públicas de financiación, fundamentales para la activación económica. Tales medidas son imprescindibles para que sea verdad que el coste de la crisis no lo pagan sólo trabajadores y pensionistas.
Además del intento de estabilizar la moneda europea, gracias a los acuerdos de los gobiernos de la “Eurozona” y al fondo de 750.000 millones de euros constituido para ayudar a países de la misma con graves dificultades para afrontar su deuda, urgimos igualmente a nuestro Gobierno a que siga trabajando con empeño creíble por el buen gobierno económico de la UE , por la regulación del sistema financiero internacional, por el control de los hedge funds o fondos de alto riesgo, por una tasa a las transacciones financieras en el mercado global, por la erradicación de los paraísos fiscales y por el fortalecimiento del sistema financiero publico. Es necesario impulsar todo ello en la UE y en foros internacionales, como ha de ser en la próxima reunión del G 20 en Toronto.
Como el conjunto de la militancia del PSOE, manifestamos nuestra solidaridad con las trabajadoras y trabajadores afectados por las duras medidas de ajuste anunciadas por el Gobierno. Comprendemos asimismo la respuesta sindical a esas medidas, esperando que las movilizaciones anunciadas por UGT y CCOO, desde la responsabilidad y el principio de proporcionalidad que caracteriza a los sindicatos de clase, no impidan la continuidad del diálogo social.
Coordinadora Federal de Izquierda Socialista del PSOE
14 de mayo de 2010
Les pongo un artículo interesante en el que se explica porqué es tan injusto que paguemos nosotros los platos rotos:
ResponderEliminarEn 1956, Dolores Medio escribió "Funcionario público", novela desgarrada donde se narran las penurias de Pablo Marín, funcionario atado a un sueldo mísero que malvivía en un cuartucho junto a su mujer. Tras las décadas siguientes de desarrollo, la figura del empleado público casi indigente, trasunto del cesante de novelón galdosiano, fue poco a poco hundiéndose en el olvido.
Pero en los últimos días, la cloaca política y mediática neoliberal ha babeado de placer ante los ecos de una posible congelación salarial a los funcionarios. Sin embargo, nada sería más injusto que pasar la factura de la crisis a este colectivo.
Así, en los momentos de hervor económico y ladrillazo, un encofrador podía duplicar el sueldo de un Técnico Superior de la Administración, y para conseguir que un albañil viniera a casa había, poco menos, que apuntarse en una lista de espera y cruzar los dedos.
Mientras los funcionarios perdían poder adquisitivo y realizaban malabarismos contables con el sueldo, miles de paletos de eructo, puti club y caspa montaban una constructora y juntaban billetes de quinientos euros como cromos. Legiones de jóvenes abandonaban los estudios y dejaban sus libros escolares criando polvo mientras se pavoneaban en coches refulgentes ¿los funcionarios? Unos "pringaos, hombre, unos "pringaos" ¿para qué estudiar?, ¿para qué invertir?, ¿para qué innovar?...
"España va bien". Y mientras tantos celebraban sus ganancias entre cubatas, risas, rayas de coca y "España va bien", miles de hombres y mujeres habían inmolado sus mejores años junto a una taza de café cargado, un flexo y un temario de oposiciones. Con los codos clavados en una mesa, viendo la vida desfilar a través del claroscuro de un ventanal, a la espera del momento crucial y temible de los exámenes.
Pues bien, ahora resulta que, según los neoliberales, los efectos de aquellos excesos han de pagarlos los "privilegiados funcionarios", precisamente el colectivo que apenas se benefició del auge económico y que, por supuesto, no provocó la crisis.
Según ese planteamiento no pidamos cuenta a las entidades bancarias que prestaron dinero sin las debidas garantías. No pensemos que las ganancias obscenas de la especulación acabaron en paraísos fiscales. No indaguemos en ayuntamientos y comunidades que dilapidaron millones encargando obras absurdas que enriquecieron a empresarios. No, no? todo esto que lo paguen los funcionarios.
Sí, los funcionarios, aquellos "pringaos" durante los años del falso esplendor económico. Sí, el juez que sacrificó como poco cinco años en una oposición terrorífica (aparte de los cinco de carrera) para ganar menos que muchos fontaneros. Sí, los miles de opositores que hubieron de recurrir al Lexatín, el policía que se juega la vida por mil quinientos euros mensuales, el auxiliar que no gana más de novecientos ¡resulta que estos han de
pagar la crisis y son unos "privilegiados"!
Gustavo Vidal Manzanares es jurista y escritor
¿quien puede confiar en un gobierno que rompe un pacto firmado apenas 6 meses después de su firma?
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